Isidoro Madrid es el ‘abogado’ de ULab. Le proponemos una entrevista de unos 10-15 minutos que se alarga más de lo esperado, pero encantado él y servidor. Nos cuenta a qué se dedica, cómo le gusta realizar su trabajo y le sacamos más de un libro, y más de dos, recomendados.
Está encantado con ULab, del que dice es un «sitio muy estimulante y en el que pasan cosas». Nos gusta conocer a los coworkers e, Isidoro, no iba a ser menos.
P: Para los que no te conocen en ULab, ¿quién es Isidoro?
R: Soy Isidoro (aunque prefiero que me llamen sencillamente Isi) y soy abogado y profesor de oposiciones. Como docente preparo grupos de auxiliar administrativo y como tutor apoyo a todos aquellos opositores a sanidad. A todos ellos les explico el ámbito legal, que es, por así decirlo, la parte que ellos consideran más aburrida, aunque yo intento hacérsela más divertida.
También tengo otros asuntos como abogado autónomo, en concreto asuntos civiles y reclamaciones sanitarias y bancarias. Para el año que viene me gustaría dar comienzo a otros proyectos, más enfocados al ámbito de la empresa. Por ejemplo el control legal interno, que consiste, para entendernos, en aquellas medidas organizativas que se adoptan para garantizar que una empresa cumple con la legalidad. Además, y si las cosas marchan bien, me gustaría darle salida a algunas ideas acerca de la relación entre el Derecho y la inteligencia artificial y la robótica. Espero poder compartir con vosotros estas ideas muy pronto.
P: El mundo de la abogacía es altamente competitivo, ¿qué rasgos consideras que son tu punto fuerte de cara al público?
R: Es una buena pregunta, la verdad que el mundo de los abogados es muy competitivo. Como ‘El Lobo de Wall Street’ pero versión abogado. ¿Qué ofrezco? Yo ofrezco mucha cercanía, trato de ser lo menos ortodoxo posible. Siempre basándome en un conocimiento profundo de las leyes y del asunto legal que trato. Soy consciente de que en el mundo de los abogados el estereotipo es el traje corbata, persona seria, distante, etc. Yo trato de alejarme de ese perfil.
Intento tomarme los problemas de los clientes muy en serio. Es decir, para mí los clientes no son clientes, sino personas que tienen un problema que son incapaces de resolver por ellos mismos, por lo que trato de empatizar con ellos todo lo que puedo. Claro, yo estoy ejerciendo tras haber sido profesor de universidad, por lo que mi visión a la hora de ejercer es más académica, no tan comercial del cliente. Trato de entender sus problemas y su situación, no solo como un caso que se resuelve y ya está.
Mi diferencia también respecto a otros abogados que trabajan en despachos es que no me gusta usar formularios ni plantillas. Intento darle un toque más personal, más artesanal. No me preocupa sacar muchísimos casos con la misma plantilla, sino darle al cliente lo que necesita, y sobretodo, hacerle sentir que puede confiar en mí.
P: ¿Entonces tu modelo de trabajo está alejado del abogado clásico, de corbata y traje?
R: Sí, de hacerlo lo menos ortodoxo posible. También intento, bueno, echar raíces en asuntos nuevos, estar atento a los cambios que se producen en mi profesión. Se suele decir con un toque de cinismo, de humor negro, que las personas que siempre van a tener trabajo son los enterradores y los abogados, porque siempre morirá gente y la gente tendrá problemas.
Eso es cierto, en parte. Entiendo la carga psicológica y emocional de un juicio. Por eso, considero que el juicio debe ser el último recurso. Yo siempre digo al cliente que el acuerdo siempre tiene que ser nuestra primera opción. Un acuerdo parte de dos extremos, se trata de ir acercando posiciones. Por supuesto, no recomiendo tener un apetito voraz por ir a juicio, ya que no es una experiencia agradable para el cliente. Especialmente para los que sufren el problema, porque para los abogados es nuestro trabajo.
Isidoro Madrid: «La abogacía es como ‘El Lobo de Wall Street’ pero versión abogado»
P: Y entonces, ¿cómo acaba en ULab un abogado? ¿En qué momento se cruzan los caminos?
R: Bueno, lo considero una gran consecuencia de ese perfil que le quiero dar al abogado. Si te soy sincero estoy muy contento de ser una rareza. Creo que hay un perfil muy diferente al mío, más tecnológico.
Por mi manera de ser me gusta estar fuera de sitio, me estimula. ¿Por qué en ULab? Me parece un sitio muy estimulante y lo encontré de casualidad. Estaba buscando sitios para trabajar, oficinas, etc.
P: En casa es imposible, ¿no?
R: En casa… está el perro, la música, las consolas también y los libros. Me conozco y tengo demasiadas tentaciones. Esto es como decía Oscar Wilde: “Yo huyo de las tentaciones, pero huyo despacio” porque en el fondo quiero que me atrapen. En casa me sucede igual, una pila de libros por leer, discos por poner, programas por hacer…
ULab pues me gusta ser la rareza, ser el “clasicote”, porque como te digo es estimulante. Me gusta mucho, me encanta el sitio. Es entrar… tiene algo que atrapa.
¿Cómo acabo? Tener un perfil diferente me ha llevado a esta oficina, donde hay gente distinta. No me entusiasmaba la idea de entrar a un despacho serio, quería tener más autonomía. Cuando veo las fotos del tablón y leo “director creativo”, por ejemplo, pienso en la de cosas que se puede hacer y eso me estimula, me llena de energía. Es entrar por la puerta y estar activo.
Es el sitio ideal. No podría estar en otro para llevar a cabo el proyecto que tengo en mente.
P: Entonces, cómo lugar de trabajo, ULab te lo aporta todo.
R: Sí, sin duda. Me gusta. Es algo difícil de explicar, es más una sensación. Hay una energía muy positiva, se siente que pasan cosas aquí dentro. En otros sitios, despachos u oficinas, la rutina suele pesar.
El ambiente es muy bueno, no es agresivo. Sabes que aquí se está bien, no tienes que venir con un escudo protector. Realmente la siento como mi casa, entro aquí a las 9 de la mañana y me voy a las 7 de la tarde. De lunes a viernes, incluso algunos sábados. Sería imposible para mí estar en un sitio tantas horas y que no me gustase.
Estoy muy feliz no solo como lugar de trabajo, es un sitio donde se estimulan las ideas. Por ejemplo, siempre pienso en cómo podría vincular mi trabajo con algo técnico, en como, por decirlo de otra manera, podría conjugar mi trabajo con el de otras personas.
P: ¿Crees que podríamos mejorar en algo? Críticas constructivas, claro.
R: Bueno… (risas), voy a desvelar un secreto. A veces pienso, no lo podría hacer en otro sitio… voy a buscar un casco de Asterix y ponérmelo mientras trabajo, ese toque de excentricidad.
A ULab no le falta nada, empezando por ahí. Es fantástico a nivel de personas e instalaciones. Ahora, vamos a jugar un poco. Siempre pienso que poner algún juego o actividad en la planta de abajo, para ese momento de parón creativo. En momentos de estrés, algún momento de ocio nunca viene mal. También haría más actividades entre todos los del coworking, no solo lo del desayuno que está muy bien.
Pero ya te digo, esto son migajas, si la pregunta es si hay alguna queja de ULab la respuesta es ninguna.
«ULab es el sitio ideal. No podría estar en cualquier otro lugar.»
P: Empezamos el test, ¿qué libro recomendarías?
R: ¿Solo uno? Es complicado, vamos a empezar por el último que he leído, ‘El arcoíris de gravedad’. Es un libro difícil, largo, complicado. Lo que lees en la contraportada te lo cuento, no voy a hacer spoiler. Se sitúa en la II Guerra Mundial, trata sobre un hombre que cada vez que lanzan un misil tiene una erección porque le han hecho un experimento. No es un libro erótico, aunque lo parezca.
Es complicado, no voy a negarlo, me costó dios y ayuda leerlo. Pero me lo tomé como un desafío. Ahora estoy leyendo ‘La broma infinita’ por seguir la línea literatura contemporánea. Y libros que, aunque son de bolsillo, no lo son, porque son de más de 1000 páginas.
Otro de mis libros favoritos, es una serie, ‘Corre conejo’ de John Updike. Empieza en los años 60 y acaba en los 90: a través de la historia del personaje puedes ver la evolución de la sociedad estadounidense.
Si tuviese que recomendar poesía… recomendaría Aullido, de Allen Ginsberg o Ariel, de Sylvia Plath.
P: Vamos con las series.
R: Bueno, voy a empezar por algo fuerte, muy fuerte.
P: Mmmm, ¿algo fuerte como que Jack cabía en la tabla?
R: No, no tanto. Pero lo admito, no he visto ‘Juego de Tronos’. Bueno, sí, he visto el primer capítulo de la primera temporada.
La que estoy viendo ahora, llevo dos temporadas, ‘Los Soprano’, aunque ya tiene tiempo claro. Es fantástica. Además, se basa en un libro, ‘Honrarás a tu padre’ de Gay Talese. Me gusta por cómo están definidos los personajes, no podría elegir uno.
Ahora con Netflix es un poco locura, ‘BoJack Horseman’ o ‘Rick and Morty’ me están gustando mucho. El peligro de Netflix, por mi experiencia, es que quieres verlo todo y al final no ves nada.
P: Tu película favorita, pues.
R: Es ‘Lawrence de Arabia’, de Peter O’Toole, fue su primera película. Es un poco lo que a mí me gustaría hacer llegado el momento, irme de aventuras. Además, está muy bien interpretada.
Otra que me gusta mucho es ‘Terciopelo azul’ de David Lynch. Película tipo Lynch, vaya. Lo mismo que Guy Ritchie con ‘Snatch. Cerdos y diamantes’.
Recomendaría también ‘Pozos de ambición’. Me encanta Daniel Day-Lewis y en parte me gusta por él, la verdad. Y por supuesto Pulp Fiction, por razones obvias honeybunny.
P: ¿Cerramos con videojuegos?
R: Videojuegos… hace una semana me compré la Súper Nintendo Mini para recordar un poquito mis años formativos de juventud.
Los que recomendaría… el que me marcó fue ‘Zelda: Ocarina of Time’, es el que diría “este es el juego”. Y el otro juego que me marcó fue ‘GTA: San Andreas’ y tengo ganas de probar el cinco. Me tendré que comprar la consola, a ver si me la auto regalo para Navidad.
Twitter: Isidoro Madrid
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