Nos citamos con el coworker Israel Ortuño, programador y diseñador web freelance en ULab. Una entrevista con un toque interesante en forma del mundo de la programación, donde tiene cabida cualquier persona que le interese este mundo «que cada vez avance más rápido».
Isra nos cuenta sus primeros pasos en la ‘informática’ y cómo «la divina providencia» hizo que acabase en ULab. Una historia interesante que tiene como final ‘Breaking Bad’ o, para no entrar en detalles, «simplemente hay que verla». Pues eso, querido lector, no te la pierdas (la entrevista).
Pregunta: Para los que no te conocen en Ulab, ¿quién es Israel Ortuño?
Respuesta: Isra es un apasionado de la tecnología. Programador web full-stack y que desde hace ya 5 años trabaja como freelance para varias empresas. Desarrolla desde sitios web corporativos hasta aplicaciones web complejas utilizando las herramientas y tendencias más modernas.
P: ¿Cómo empiezas en el mundo de la programación y del diseño web? ¿Qué te llevó a esta rama?
R: Comencé a programar bots de respuestas automáticas a los doce años para una plataforma de chat que se llama mIRC. Me fascinaba ver cómo una aplicación era capaz de interpretar una situación o información y realizar acciones en base a ella.
Estudié una ingeniería en desarrollo de software en la que aprendí lo básico del mundo web y me permitía hacer chapucillas para poder costear mis estudios. Con el tiempo fueron surgiendo proyectos y retos mayores que terminaron por especializarme en este mundo.
P: En un mundo ultracompetitivo y creciente como el del programador, ¿cuál crees el rasgo que te diferencia de la competencia?
R: Mi perfil full-stack me permite trabajar tanto en las tecnologías de servidor (backend), fundamentales para gestionar el contenido de una web, como en la maquetación y desarrollo de la parte visual e interactiva de la web (frontend). Es por así decirlo, un todo en uno en lo que a desarrollo web se refiere.
El diseño es además algo fundamental en el mundo web y no es fácil encontrar programadores que tengan esta parte bien pulida. Soy un mix equilibrado entre el conocimiento técnico necesario para el desarrollo web y el diseño del resultado final.

Israel Ortuño, coworker en ULab.
P: ¿Cómo es, según tu criterio, el programador perfecto?
R: Sinceramente no creo que haya un programador perfecto. De hecho hay un síndrome llamado “el síndrome del programador perfecto”. El programador es una persona a menudo descuidada.
Hay decenas de criterios con los que se podría evaluar a un programador y estos mismos criterios podrían variar de una situación/proyecto a otra. Si no tuviera más remedio que definirlo, sería una persona con pasión por la formación contínua y que es capaz de adaptarse a un mundo que avanza a un ritmo cada vez más rápido.
P: ¿Cómo acabas en ULab? ¿Lo encontraste tú o ULab te encontró a ti?
R: Ya me estaba a punto de tomar la decisión de salir de casa e ir a trabajar a alguno de los coworking de Alicante. Como si de divina providencia se tratara, un contacto me habló de la inminente apertura de ULab. Lo visité un miércoles y el lunes siguiente ya era el primer coworker de ULab, y aquí sigo un año y medio después.
«Visité ULab un miércoles y el lunes siguiente ya era su primer coworker»
P: ¿Qué te aporta Ulab como lugar de trabajo?
R: Para mí hay dos aspectos a destacar en cuanto a lo que ULab me ha proporcionado como lugar de trabajo:
Las sinergias profesionales que aquí se generan. Estar rodeado de profesionales de tantos ámbitos crea vínculos, colaboraciones y nuevos proyectos. Sin ir más lejos, acabé desarrollando la propia página web de ULab.
Trabajar en el lugar de trabajar y vivir en el lugar de vivir. Abandoné mi oficina de casa, me permitió salir y conocer gente. Sin darme cuenta me establecí un horario de trabajo que me permitió desvincular mi vida laboral de la personal.
P: El pequeño test de rigor en las entrevistas de ULab, ¿qué libro, serie o película te gustaría recomendar?
R: En cuanto a series no voy a entrar en detalles, mi favorita es Breaking Bad y simplemente hay que verla.
Por otro lado desde que comencé a estudiar en la universidad abandoné la lectura de ocio por material técnico. Eso sigue siendo así a día de hoy, así que no voy a aburrir recomendando un libro sobre “cómo escribir código limpio”.
Twitter: @israelortuno
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